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Como todos los años, el Gobierno ha remitido al Parlamento el proyecto de Presupuestos, iniciando lo que ahora mismo es más un mercadeo que un verdadero debate de sus números, donde partidos políticos minoritarios cambian su apoyo por un plato de lentejas en lugar de examinar si el gasto se está dirigiendo allí donde más lo requiere el ciudadano.
En los Presupuestos está la génesis histórica del parlamentarismo: las Cortes medievales se reunían, precisamente, para autorizar a la Corona la percepción de ingresos concretos con los que atender a necesidades de gasto que se especificaban en el presupuesto. Como estudiábamos en la oposición, en el siglo XIX se produce la denominada “bifurcación del principio de legalidad presupuestaria”, dotándose a los impuestos de permanencia, independientemente de los gastos a financiar, manteniendo éstos el carácter anual en los Presupuestos.
Sin duda los Presupuestos marcan uno de los ejes fundamentales de la actuación de los distintos Gobiernos de la nación, pues a través de los mismos, al menos teóricamente, se marcan las prioridades de la acción de gobierno, con la aprobación de diferentes partidas de gasto para cada una de las distintas áreas de actuación pública: se les otorga una mayor o menor relevancia en función de los fondos que se les destinan. Decimos teóricamente porque grandes partidas de gastos, de hecho, una inmensa mayoría, son “gastos comprometidos”; esto es, gastos que derivan de obligaciones legales establecidas para el Sector Público, como las pensiones, las remuneraciones de los funcionarios, o el pago de la deuda pública, y no son alterables sin una modificación de las normas de base de las que derivan.
Es habitual ver en los programas de los partidos políticos, ante las elecciones, diversas propuestas sobre los ingresos tributarios, algunas de carácter bastante concreto, como subir o bajar el tipo del Impuesto sobre Sociedades o el IVA, o aplicar una tarifa con X tramos en el IRPF, aunque nunca nos dicen qué resultado tendrá en los gastos la modificación que proponen.